AH PUCH YUM CIMIL
AH PUCH, YUM CIMIL, YUM-KIMIL, KIZIN ( DIOSES DE LA MUERTE)
Deidad malévola que presidía en el Xibalbá o inframundo
junto con su consorte. Los mayas concebían al cosmos compuesto por 13 cielos,
uno sobre otro, de los cuales la tierra era la capa más baja. Sobre cada cielo
presidían 13 dioses, llamados oxlahuntikú. Bajo la tierra habían otros nueve
cielos, también en capas, sobre los que presidían los bolontikú. El último de
estos cielos era el Mitnal, el infierno maya, reino de Ah Puch, dios de la muerte,
sus compañeros son el perro, el ave mohán y la lechuza, considerados como
criaturas de mal agüero y de muerte. Aparece representado con el cuerpo de un
esqueleto y la cabeza de un jaguar, con adornos de cascabeles o campanas, que
son alusiones a su existencia. Ya sea mostrando las costillas o la columna
vertebral, su cuerpo siempre es evidenciado con signos de descomposición
putrefacta o cadavérica. Su nombre, al igual que el de Itzamná, de quien Ah
Puch es la antítesis, se escribe también a través de dos jeroglíficos,
constituyendo entre ambos los dos únicos nombres dentro del panteón maya con
esta característica inequívoca que denota suprema jerarquía. En el caso de Ah
Puch se utilizan el símbolo de una calavera con los ojos cerrados y el de un
cuchillo de pedernal, empleado para sacrificios
H’OBNIL
H’obnil es el dirigente del inframundo. Su nombre significa
"muerte repentina". Se reconoce por el color negro con el que se
pinta su cuerpo y su sombrero en forma de lechuza.
HUNAB KU
Es una divinidad
primigenia y dadora de vida, de hecho se trata del gran Dios Creador no solo
del mundo, sino también de prácticamente todas
la cosas.
Los mayas no tenían una representación para él ya que
consideraban que era la energía vital y primordial de todas las cosas y que no
tenía una forma definida.
La entidad que nos ocupa es el padre Itzama, conocido como
el Amo y Señor de los cielos, del día y de la noche, por lo tanto su
vinculación con la cosmogonía del mundo maya es vital.
Desde un punto de vista simbólico, la trascendencia de este
dios es que aparece manifestado como entidad única y absoluta de todas las
cosas. De hecho es como si naciera de él mismo, lo cual sería una clara alusión
simbólica al principio arquetípico del infinito.
Solo cuando se disgrega de su entidad principal y, como nos
cuentan los relatos mayas, obtiene la capacidad de crear el universo. Antes de
ello sólo estaba él.
Los mitos mayas cuentan que Hunab Ku, como dios creador era
un ser imperfecto, tanto es así que tras tres diluvios la tierra estaba carente
de vida, viendo aquello el dios decidió expandir su fuerza y energía creando en
primer lugar un mundo poblado por enanos, acto seguido otro poblado por gentes
transgresoras, y finalmente un tercer pueblo en el que se formaron los mayas.
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